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VER EL ANILLO DE UN PLANETA ENANO

  
HAY PLANETAS Y PLANETAS ENANOS

En octubre de 2017 saltaba la noticia1 de que se había descubierto por primera vez un anillo alrededor de un planeta enano, concretamente en Haumea. Si eres una de esas personas que cuando nombra los planetas del sistema solar acaba con un «… Urano, Neptuno y Plutón», es que necesitas actualizarte: Plutón dejó de considerarse un planeta en 2006 y comenzó a ser un planeta enano.

La creación de la categoría «planetas enanos» fue polémica en su día, incluso hubo gente que se manifestó en las calles en contra de esta decisión de la Unión Astronómica Internacional (hay gente para todo). Hay motivos técnicos y prácticos para crear esta categoría. A día de hoy reconocemos 5 planetas enanos, tenemos una docena en trámite y estimamos que puede haber unos 10000 más… Ya es suficiente con martirizar a los niños con la memorización de los afluentes del Ebro como para endiñarles 10000 planetas nuevos.

Los 5 planetas enanos con su año de descubrimiento son: Ceres (1801), Plutón (1930), Haumea (2003), Eris (2005) y Makemake (2005). Ceres, a pesar de ser el más pequeño, es el primero que se descubrió, pero es que también es el más cercano y más brillante —se puede detectar con prismáticos.
Los planetas enanos
​UN POCO DE SALSEO

El descubrimiento de Haumea se lo disputaban dos equipos, uno español dirigido por José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía y otro dirigido por Mike Brown, del Instituto de Tecnología de California (Estados Unidos).

Finalmente la Unión Astronómica Internacional tomó una decisión salomónica: concedió el mérito del descubrimiento al equipo español, pero dejaron escoger el nombre del nuevo objeto al equipo estadounidense. Es por eso que este planeta enano se llama Haumea —en honor a la patrona y diosa hawaiana de la natalidad— en vez de Ataecina, el nombre de una diosa ibérica propuesto por los españoles.

El equipo de Brown descubrió en 2005 dos lunas de Haumea bautizadas como Hi’iaka y Namaka, que en la mitología hawaiana son hijas de Haumea. Y ahora el equipo español ha descubierto un anillo alrededor de Haumea… al que no se le pondrá nombre.​
TODO LO QUE MOLA ESTÁ LEJOS

La mejor imagen que tenemos de Haumea es la siguiente —obtenida con los telescopios del observatorio W. M. Keck, que son de los más grandes del mundo—. En la imagen podemos ver sus dos lunas: Hi’iaka en la parte superior y Namaka en la inferior.
  Haumea y los telescopios del W. M. Keck
Haumea está tan lejos que no podemos obtener imágenes directas de su superficie ni intuir su forma, es como querer ver una patata a 180km de distancia. Pero tenemos un método con el que hemos averiguado el tamaño, la forma y hemos descubierto el anillo de alrededor. A este método se le llama el método de las ocultaciones.

​NOTA: A la distancia promedio entre la Tierra y el Sol la llamamos Unidad Astronómica (UA), es una escala adecuada para medir distancias dentro del Sistema Solar. Por ejemplo: Marte está a 1.5 UA del Sol, Júpiter a 5.2 UA y ¡Haumea a 43 UA!​
Sistema solar a escala
 
EL MÉTODO DE LAS OCULTACIONES

Una ocultación es cuando un objeto celeste nos tapa a otro, total o parcialmente, porque se pone en medio. La Luna, por ejemplo, de vez en cuando tapa estrellas que podemos ver fácilmente, y se mueve tan rápido que al cabo de un rato podemos ver cómo la estrella ocultada reaparece por el lado contrario.

Una ocultación comenzarán en momentos distintos y tendrá duraciones distintas dependiendo de nuestra posición de observación en la Tierra. En el siguiente dibujo podemos ver que para el «observador 3» la estrella es todavía visible mientras que para el «observador 1» ya no lo es.
Luna ocultado estrella
Si escogemos varios observadores separados entre si y miden con precisión la hora a la que desaparece y aparece la estrella para ellos, podríamos reconstruir la silueta lunar. En el siguiente gráfico cada línea horizontal de colores representa el tiempo que un observador ve a la estrella y los puntos gordos son los instantes en los que la estrella deja de verse y vuelve aparecer.
Luna ocultando estrella, resultados
El método de la ocultación puede utilizarse con todo tipo de objetos. Un ejemplo de los que más me gusta: El asteroide llamado «(90) Antiope». Con los mejores telescopios del mundo nos pasa como con Haumea —no podemos ver detalles de este asteroide, que está a unas 3.5 UA del Sol— pero sí intuir que no es un solo objeto sino que son dos que se mueven juntitos:
Antiope aparece como dos objetos juntos
Pero si el asteroide va a pasar por delante de una estrella y avisamos a un montón de frikis con telescopios, estos se organizarán de forma espontánea para observar esta estrella y tomar nota de cuándo dejan de verla y por cuánto tiempo. Juntando todas estas observaciones en una gráfica —en la que cada línea de colores representa a un friki— podemos reconstruir el perfil de los dos pedruscos y estimar sus dimensiones (88 y 84 km de ancho)2.
Resultados de observar Antiope
No está nada mal, teniendo en cuenta que este asteroide está a más de 490 millones de kilómetros de distancia.
HAUMEA OCULTANDO UNA ESTRELLA

Para Haumea se ha hecho lo mismo, se sabía que tendría que pasar por delante de determinada estrella y se han sincronizado varios observatorios profesionales para hacerle un seguimiento. En este caso la estrella estaba complicada de ver para telescopios amateur.

En estos observatorios no solo se toma nota de si la estrella se ve o se deja de ver, sino que se toma nota de su intensidad en cada momento.

En una ocultación típica, en la que la luz de la estrella desaparece de forma instantánea durante un tiempo, obtendríamos una gráfica del siguiente estilo, en la que vemos la luz de la estrella, vemos su luz, vemos su luz… y de repente, ¡zas! una bajada de brillo que se mantiene un tiempo y de nuevo… ¡zas!, recuperamos el brillo de la estrella.

La bajada de brillo puede llegar hasta el cero o no, depende de si nos llega también luz del objeto que se interpone.

Y ahora veamos los datos reales de Haumea obtenidos por uno de los observatorios, en concreto el observatorio astronómico de Konkoly —Hungría—.

Podemos ver el mismo patrón… luz, luz, luz, luz… ¡bajón!… luz, luz, luz, luz… pero un momento, hay algo raro en los datos:

Hay dos bajadas de brillo, una un poco por delante y otra un poco por detrás del «bajón central». Estos picos no son tan intensos como cuando la estrella es ocultada por el cuerpo principal del planeta, pero se ven claramente. Juntando las observaciones de todos los observatorios que participaron en el experimento se llega a la conclusión de sí que hay algo alrededor del planeta, un anillo de escombros orbitando a unos 70km de distancia de la superficie de Haumea.

Hemos averiguado que los materiales que componen el anillo están en lo que se llaman una resonancia 3:1 con Haumea —por cada vuelta que da el anillo alrededor del planeta, el planeta da tres sobre su propio eje. Sospechamos que esto lo hace estable.

También se han logrado precisar mucho mejor las dimensiones de Haumea, que es similar un balón de rugby. Esta forma se debe a lo rápido que gira: una vuelta completa cada cuatro horas, la fuerza centrífuga hace el resto.

Y como curiosidad final diremos que refleja tanta luz como una bola de nieve, aunque no conocemos su composición exacta. A lo mejor en el futuro lanzamos una misión espacial para conocer mucho más de este planeta enano.
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