LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO
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Imaginemos el apacible paseo por el campo de un grupo de amigos que se encuentra, a unos metros de distancia, con un pájaro regordete con un pico muy rojo. Todos se quedan quietos para observarlo mejor. Entonces uno de ellos, Eusebio, dice las misteriosas palabras:
- Es un alectoris rufa
Sus amigos lanzan una exclamación al unísono, patidifusos por la sabiduría de su amigo. Perico, el menor de ellos, emocionado, le pregunta sobre qué comen y si ponen muchos huevos... a lo que Eusebio contesta que no tiene ni idea, pero que es un alectoris rufa seguro al 100%.
Aurelio, una vez se ha hecho el silencio para seguir observando al pájaro, dice lo siguiente:
Yo no sé si es un alectoris rufa o no, lo que sí sé es que es una perdiz roja. Esto clarifica bastante a sus amigos, ya que el nombre perdiz roja les suena más familiar. Ya están más tranquilos sabiendo que es un tipo de perdiz. De nuevo lanzan una exclamación admirados por tanta sapiencia.
Pero Perico, más emocionado aún, porque parece que todo el mundo sabe qué es una perdiz roja, insiste, ¿cuándo ponen huevos?, ¿qué comen?, ¿este es macho o es hembra?... Perico no obtiene respuesta.
Para el caso decir perdiz roja, alectoris rufa, o pajarraco inventado es lo mismo. Poner nombre a las cosas no es lo mismo que entenderlas, memorizar términos no es aprender, escuchar "alectoris rufa" no nos dice nada sobre la vida del animal, sus costumbres, su entorno, sus depredadores, su crianza... La gente da mucha importancia a los nombres, demasiada, decir alectoris rufa es suficiente pero para las personas que saben, lo mismo que la palabra adenopatía tiene sentido para un médico, pero si a mí me diagnostican una preguntaré si es grave o no, en qué consiste, cómo se cura... intentaré entender. Aunque puedo no preguntar nada y decir en casa tan tranquilamente que tengo una adenopatía. Podremos aprendernos los nombres de insectos, peces, pájaros, dinosaurios, plantas, estrellas, planetas, ríos, países, ciudades, monumentos, cuadros, canciones, títulos de libros, escritores, modelos de aviones, coches, etc... y no saber nada de lo que estamos hablando. Podemos utilizar jerga técnica para aparentar que sabemos, e incluso llegar a creernos que sabemos de qué estamos hablando sólo porque en nuestras frases utilizamos palabras como triglicérido, inflación, IPC ó boeing 747, pero lo importante no es la palabra, es lo que hay detrás. Ahora veamos qué respondió Alicia a Perico:
- No importa el nombre Perico. Pero mira, estos pájaros hacen sus nidos en primavera, cerca del suelo, y ponen muchos huevos, de doce a dieciocho. En cosa de veintitrés días más o menos nacen los polluelos, y en menos de un mes, desde que nacen, ya pueden volar y todo. Los polluelos comen larvas de insectos, gusanillos y semillas blanditas, pero cuando crecen van prefiriendo el grano sobre el resto de cosas...
¿Quién creéis que sabía más sobre este pájaro, Eusebio que nos dio su nombre en latín, Aurelio que dijo el nombre por el que mucha más gente se aclara, o Alicia, que ni siquiera se molestó en decir el nombre?.
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